Nuestra historia

Todo comenzó durante una de nuestras aventuras por los bosques de Dingle, el pequeño pueblo de Suecia donde vivimos.
Rodeados por la belleza natural y los colores cambiantes de las estaciones, nació nuestra inspiración: capturar la esencia de esos momentos y transformarla en algo que perdure.

En cada paseo observamos los tonos vivos de la primavera, los matices dorados del otoño y la serenidad del invierno, y tratamos de recrear esa magia en cada una de nuestras piezas.
Recordando una técnica antigua que me enseñó mi mamá, aprendimos a encapsular las flores y convertirlas en joyas únicas.

Hoy contamos con nuestro propio taller, un pequeño vivero y un jardín donde cultivamos nuestras flores. Encontramos una belleza especial en las flores y plantas pequeñas: están llenas de detalles, delicadeza.

Cada creación es un paisaje distinto, no hay dos igual.

Tania

el alma creativa de la marca

Nací en Perú, pero a los 16 años me mudé a Barcelona, donde pasé gran parte de mi vida. Siempre he sido muy creativa, y la naturaleza ha sido mi refugio desde pequeña. Supongo que lo llevo en la sangre: mi madre y mi abuela siempre han amado las flores y la naturaleza, y de alguna forma, me enseñaron a ver la belleza en cada rincón del mundo.

Con los años, mi amor por las rutas de montaña, los bosques, lagos y ríos se volvió parte de mí, así como también mi fascinación por los mercados artesanales y de pueblo. Siempre he sentido que en ellos se esconde la esencia de cada lugar, como en la naturaleza misma.

Ese amor por lo natural me trajo a Suecia, un país donde los paisajes parecen sacados de un cuento Y Fue caminando por los bosques de Dingle cuando tuve la inspiración de crear Margot Nature. En plena primavera, rodeada de flores y colores vivos pensé: “ojalá este momento pudiera durar para siempre”. Y así nació la idea.

Hoy, cada joya que creo representa Lo efímero de la naturaleza, los paisajes infinitos convertidos en un recuerdo. Un instante que nunca se marchita.

Cada pieza de Margot Nature está elaborada con flores y plantas reales.
Cultivadas por nosotros mismos y en cooperación de viveros locales.

El nombre de nuestra marca es un homenaje a mi madre, Yolanda Margot, quien, al igual que la naturaleza, me inspira amor en todo lo que hago.

El bosque que nos inspiró